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Luciano Pascoe Rippey se nos puso galante, y en una actitud que lo asemeja al caballero de triste figura aboga por La Chiva (peor conocida como Silvia Irabien), declarando que defenderá a su candidata en contra de la misoginia, ya que los detractores (¿los de-tractores serán las huestes del ala campesina de Salomón Irys?) de la aspirante la han atacado solamente “porque es una mujer que se ha atrevido a posar en circunstancias en las que a mucha gente no (…) Me parece que hay que desnudar a toda la clase política, y ver dónde estamos y ver qué clase política tenemos”.
¡Bien por el hijo putativo del Cuervo! Defiende como perro lo que no supo defender como socialdemócrata. Pero a lo mejor esos huesitos están más sabrosos que el hueso que busca en julio. Y si de desnudar se trata, mejor a La Chiva que a Beltrones y la clase política, no vaya a ser que muchos que no quedaron salgan del closet y se vayan al fapito.
En el fondo tiene razón el buen Luciano: si ya hemos tenido Tigresas como senadoras, ¿por qué no incluir una Chiva en el ámbito diputeril, o a una Mapacha? Ejemplos sobran de que la fauna nociva que infesta las cámaras de diputones locales y federal, y la de sentadores, no hacen mejor papel que una egresada de las academias Big Brother, ¿o no, güey?
En los ecosistemas legislativos lo mismo coexisten conejos con coyotes, tigres y lobos, asnos, bueyes, perros, gatos, ratas, tlacuaches y zorras, simios, murciélagos vampiros y muchos perezosos; es decir, toda clase de mamíferos y muchas especies de ovíparos entre las que se encuentran gallinas ponedoras, gallitos de pelea, algunos guajolotes y palomas buchonas, más de un buitre y otras aves carroñeras, y muchas víboras. Entre la gama de insectos aparecen pulgas, chinches, moscas, cucarachas y arañas de diverso tipo, además de peligrosos escorpiones; desde luego, también hay gusanos variados. No incluimos a las bacterias maléficas ni a los virus, que los hay en todas las comisiones.
Además de la mentada Chiva, el PSD buscará insertar en la próxima legislatura federal a un cuervo y sus cuervitos, e incluso a un chancho cachondo en una delegación del defectuoso.
A mí no me espanta que la Silvia trabaje ´onde quiera y como quiera. Yo quiero ver a La Chiva en acción, quien ya ensaya diversas poses en tribuna. ¡Hay que desnudar a la clase política, coño!
A. Chaz Carrillo
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lunes, 9 de febrero de 2009
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