El señor de las manifestaciones y profeta del sureste dijo que no quiere pasar como “alarmista ni catastrofista”, pero la crisis no va a dejar bien calados a todos los mexicanos que no aparecemos en Caras o no nos mencionan en Forbes. Yo entendí que de plano nos va a llevar la chingada a (casi) todos.
De paso, anunció que el 17 de febrero encabezará una movilización frente a la Cámara de Diputados para exigir a los legisladores que acuerden un plan de austeridad republicano que contempla varias medidas, como: “reducir el gasto corriente para generar ahorros por 200 mil millones de pesos; eliminar el IETU, otorgar becas a los adultos mayores y discapacitados y apoyar a los productores del campo”.
Además, indicó que su gobierno legítimo daría el ejemplo y ya no aceptaría donaciones ni ningún tipo de aportaciones provenientes de los senadores y diputados de PRD, PT o Convergencia. (¿O escuché mal?).
López Obrador —siguiendo la máxima de Marianito Osorio de ignorar el problema para eliminarlo de tu vida, y con fondo musical de Juanga con aquella de “tú ya no me interesas” en voz de Lucha Villa— reiteró que Jelipe Calderón no le interesa: “es como si no existiera, lo que realmente nos interesa es que no se destruya el país y que se enfrente a la crisis económica a la mayor brevedad con decisiones que pueden tomarse desde el Congreso.”
Martín Guerrero
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