No será Eliot Ness, pero el capitán Calderás formará parte -una vez que concluya su periódo de gobierno- del grupo de expresidentes a quienes no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa.
Estos intocables, entre los que destaca esta semana Luis Echeverría, reciben prebendas como si hubieran hecho un sacrificio por su patria y gozarán de tales privilegios hasta el día de su muerte.
(Olvidé que aún sigue vivo Miguel de la Madrid. Es que era tan gris, tan gris...).
Martín Guerrero
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