lunes, 15 de diciembre de 2008

Solidaridad internacional con Sergio Ramírez



El escritor y ex-vicepresidente nicaragüense, Sergio Ramírez, continúa siendo blanco de la persecución que en su contra ha desatado el nuevo dictadorzuelo nicaragüense, Daniel Ortega.

El acoso va también en contra de su trabajo. El oficialista Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) vetó un prólogo hecho por Ramírez que acompañaría un tiraje de 15 mil ejemplares del poemario Insurrección solitaria, del escritor nicaragüense Carlos Martínez Rivas, fallecido en 1998, que iba a aparecer en el diario español El País. La acción fue atribuida a un revanchismo político por parte del INC, que posee los derechos de autor de Martínez Rivas.

La solidaridad internacional con el escritor Sergio Ramírez, censurado por el gobierno sandinista, ya supera una lista de 300 literatos, entre ellos el poeta ruso Evgueni Evtuchenko y los premios Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y José Saramago. El escritor chileno Ariel Dorfman anotó que “no sé qué es lo que me pasma más de este gobierno de Ortega, si su arrogancia anticultural o la estupidez y torpeza con que ejerce esta censura”.

Fragmento de poema de Carlos Martínez Rivas:




Memoria para el año viento inconstante


I

Sí. Ya sé.
Ya sé yo que lo que os gustaría es una Obra Maestra.
Pero no la tendréis.
De mí no la tendréis.

Aunque se vuelva, comentando, algún maestro
del humor entre vosotros: -Poco trabajo le costará cumplir...
Aunque sepa hasta qué extremo las amáis.

Sé cómo amáis la Música.
No la de los negros, por supuesto. Ni la guitarra
a lo rasgado, por tientos, esa
brisa seca de uñas y plata. Ni el endiablado
son de la Múcura que está en el suelo, o Rosa de Castilla
con su largo alarido al comienzo...

sino ¡BACH!
Últimamente sobre todo Juan-Sebastián Bach.

Yo os he visto alzar la tapa de la discoteca,
oyendo en vuestros sagrados depósitos
de música estancada cómo cae
el Concierto, y tirar de la cadena
purificados por el suceso musical puro.

¡Con qué libertad respiráis! casi voy a decir
que vivís como hombres por un momento. De tal modo
saboreáis el aire salado de la emancipación
al salir por la puerta, la puerta
giratoria y afelpada -que se traba- del Museo de Bellas Artes.

Y ya cerrarlo con doble llave.
Y haber cumplido con la tercera y última de las variaciones de las variantesde la Battaglia.
Irse sin dejar nada pendiente con la figura
que toca el pífano y el tambor en el Cristo de los Ultrajes de Grünewald.

En paz con el exigente Maestro de la Leyenda de Santa Ursula.

Gran día para vosotros.
Ese de la Obra Maestra.

Una antigua necesidad: el holocausto
del propio ser. El deseo
de imponeros algo perenne y tribunal.

Y otro. Más rabioso,
más trémulo: el deseo de tener un pasado.
Un pasado por fin que oponer al maldito presente.

Un pasado adornado con todas sus plumas.
Con su perspectiva de adecuada jerga,
con sus categorías históricas y su problematismo crítico-cultural
precisado en función de una radical revisión de...
Y la larga, accidentada, alucinante teoría de los géneros y los estilos.



Alejandro Coria










No hay comentarios: