jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Pena de muerte o muerte sin pena?


El gobernador Moreira lanzó el torito acerca de la pena de muerte, justo cuando las encuestas “independientes” de Liébano Saenz prácticamente colocan a Peña Nieto como candidato priyista para el 2012. “¿Acaso estoy pintado?”, parece decir Moreira, y para reafirmar que no está muerto sino que anda de parranda lanza una oportunista –que no oportuna- puntada de borracho: pena de muerte para secuestradores que maten a sus víctimas.
En su caso, hagamos de la necedad virtud y aplaudamos su acertada expresión indicando que en su entidad lo que se discute es cómo matarlos (a los delincuentes), sea fusilándolos, asándolos, colgándolos o usando métodos lights como la inyección letal.
Nos sumamos a los fans de la pena de muerte como método de castigo para los secuestradores que maten a sus víctimas y para los violadores, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones:

1. Que los delitos penados con este castigo se amplíen generosamente. Entre estos estarían los servidores públicos corruptos y violadores de los derechos humanos; los servidores públicos que no logren cumplir las metas ni logren resultados efectivos en materia de empleo, salud, combate a la pobreza, empleo, educación, desarrollo humano, etc.; otros servidores públicos como los policías, jueces, ministerios públicos y fiscales que no cumpan de manera honesta con sus actividades; los dirigentes de partidos políticos que hagan uso discrecional de los dineros públicos asignados, que no respeten la democracia interna y que no fomenten el desarrollo de la ciudadanía; los empresarios que engañen o abusen o propicien el daño económico y moral de los consumidores; los especuladores, los sacadólares y los ladrones de cuello blanco que se beneficien con derivados u otros instrumentos; los banqueros y otros empresarios que no disminuyan los precios de sus servicios y los intereses de cobro; otros más que se determinen.

2. Que se establezca un padrón de los que están a favor de la pena de muerte. Ellos estarán obligados a firmar en cada ocasión su consentimiento de aplicación de la pena, y asistirán a la ejecución de modo forzoso en su circunscripción, con multa en caso de no acudir. Del padrón resultarán insaculados los verdugos requeridos para las ejecuciones, quienes no serán recompensados de ninguna manera por su labor ciudadana. Tampoco habrá entrenamiento o capacitación de ningún tipo; quienes lo deseen, podrán hacerlo con sus propios recursos monetarios. Los ciudadanos que hayan fungido como verdugos anteriormente no podrán volver a ejercer tal función. No podrán ser verdugos quienes tengan algún vínculo de cualquier tipo con el acusado o los acusadores, y desde luego los familiares de las víctimas tampoco podrán ser los verdugos del reo.

3. Que los culpables –confesos o no- sean ejecutados de un modo semejante o igual al modo en que dieron muerte a sus víctimas, incluso reproduciendo torturas e injurias cuando haya sido de esa forma. Una vez sentenciados, serán declarados “liberados” de sus derechos humanos, civiles y políticos. Las ejecuciones deberán llevarse a cabo antes de las 24 horas luego de dictarse sentencia. En caso de tornarse violentos, los sentenciados podrán ser ejecutados en el sitio mismo donde ocurriera tal hecho a efecto de no permitir el posible daño a terceros. Cualquier persona podrá llevar a cabo tal acto sin que esto le represente sanción o castigo de algún tipo.

4. Los ciudadanos insaculados que funjan como verdugos cumplirán su tarea del modo que se prescriba y siempre de manera anónima. Si los verdugos no pudieran o quisieran cumplir con su cometido, o el sentenciado escapara o dañara a terceros, serán sujetos de proceso y, en caso de ser hallados culpables, podrían también ser sentenciados a la pena de muerte. Los menores de edad no podrán participar como verdugos ni asistirán a las ejecuciones, aun cuando fueren familiares del ejecutado.


5. Las erogaciones realizadas por la autoridad en cada ejecución efectuada serán cargados a los valores personales del ejecutado o los bienes muebles e inmuebles de sus parientes en primer grado. Los parientes del reo ejecutado que se nieguen a reintegrar las erogaciones llevadas a cabo por la autoridad correspondiente, serán sujetas a proceso sin que implique necesariamente la pena de muerte, salvo que se compruebe daño doloso en contra del Estado.


6. Se garantiza a todo ciudadano su oportunidad de participar como verdugo, siempre que cumpla con los requisitos estipulados al efecto.


García+

1 comentario:

Anónimo dijo...

La muerte como opción de justicia es una burla. Ya ni la amuelan los políticos mexicanos: Mi opinión esté en http://fredalvarez.blogspot.com/2008/12/pena-de-muerte-falso-debate.html
La pena de muerte es una reminiscencia de la barbarie.
En EE UU la pena de muerte es cosas de todos los días, a veces es un verdadero espectáculo. Te comparto un dato. Desde que la Corte Suprema de ese país restableció en 1976 la pena capital más de 1000 personas han sido ejecutadas y casi 4000 están en el corredor de la muerte. Y de 2002 a mayo de 2006 se ejecutaron a 165 personas; todas en el gobierno del presidente George W. Bush. Muchas de ellas con un claro sesgo racial; a la mayoría se les aplicó inyección letal; en segundo lugar se uso la silla eléctrica, 11 en la cámara de gas, 3 en la horca y 2 en el paredón.
Los Estados donde más se ha aplicado la pena es en Texas, de donde es originario George W. Bush .
En cambio en el mundo islámico la pena capitales todavía más comun, la mayoría es por ahorcamiento, y en el reino wahabí se aplica la decapitación con sable.
En Teherán se ejecuta a personas acusadas de adulterio, secuestro, homosexualidad, violación, chantaje y luchas callejeras.
¿Imaginte?
Si se aplica en México en ese nivel, bajaría la población en un buen porcentaje.
Pero bueno, mi rollo se debe a que colocas una foto impresionante en el momento de la ejecución de Sadam Husein en la horca;, debo decirte que ¡fue impresionante! porque una persona lo grabó y lo colocó en la internet.
Hizo entonces un comentario en radio; te lo comparto Alejandro:
Sadam Husein se mantuvo desafiante hasta el final.
No sólo se negó a que le cubriesen el rostro para ser ahorcado, sino que se encaró con uno de sus verdugos, que dio vivas por el clérigo chií Múqtada al Sáder.
Sadam le respondió ninguneando al clérigo.
Hay dos testimonios clave de los últimos gestos y palabras de Husein antes de morir. Uno es un vídeo grabado con un teléfono móvil por uno de los asistentes a la ejecución, difundido por la cadena Al Iraqiya. El otro es el testimonio del juez Munir Hadad, que corrobora lo que aparece en las imágenes. Ambos testimonios sirven para reconstruir los últimos minutos de Husein
- Vídeo. Sadam Husein está de pie sobre la puerta trampa de la horca y con la soga al cuello. Uno de sus verdugos la sujeta con firmeza por detrás. En esos instantes se oye la versión chií de una plegaria. Sadam es suní, por lo que el rezo es ofensivo para el dictador. Sin embargo, pese a la afrenta, Sadam permanece impasible.
- Juez Munir Hadad. Este juez relata con claridad a la cadena CNN lo que se oye también en el vídeo. Uno de los verdugos le reprocha a Sadam Husein haber destruido el país, y varios de los presentes en la sala se suman a la crítica.
-"Larga vida a Múqtada al Sáder", en referencia al líder chií, grita el verdugo.
-"¿Múqtada al Sáder?", responde Sadam en tono despectivo.
El juez Hadad declaró que el dictador era "totalmente consciente de lo que estaba sucediendo en la sala". "Me sorprendió mucho. No parecía temer a la muerte", añadió .
- Vídeo. Sadam Husein repite con sorna el nombre de Múqtada al Sáder para dejar claro que el clérigo chií no era nadie para él.
-"Compórtense como hombres", se oye al dictador decir con su voz ronca.
-"Vete al infierno", responde a Sadam Husein alguno de los asistentes.
-"Silencio... Este hombre está a punto de morir", dice otro de los asistentes, preocupado por el rumbo que está tomando la ceremonia de ejecución.
Sadam Husein apenas tiene tiempo para ordenar sus pensamientos. Comienza a murmurar una plegaria, pero apenas logra invocar el nombre de Mahoma cuando su verdugo jala de la palanca que abre la puerta bajo sus pies.
El cuerpo cae con una fuerza tremenda. Debió de haber muerto de inmediato. La última imagen es la del cuerpo balanceándose.
El cadáver fue entregado a la familia un día después, y sepultado más tarde en Auya, en la región de Tikrit. Fue enterrado junto a sus hijos Uday y Qusay, sus más cercanos colaboradores, muertos por el Ejército de EE UU en 2003, poco después de la invasión. En la región, muchos seguidores de Sadam lloraron su muerte y clamaron venganza.
Mientras, decenas de miles de personas mostraron su júbilo por la ejecución en las provincias chiíes y kurdas, y en muchos barrios de Bagdad. Empero, a pocas horas de la ejecución la violencia en Irak se recrudeció
Saludos, felicidades por tu bitácora
Fred Alvarez