Muy ufano, Díaz Cuevo dijo que eso demuestra que él nunca aprendió a copiar en la escuela (fue en el partido). Otro copión maleta es el diputón Pliego Calvo -consentido de El Profesor-, quien quiere ser el candidato de los amarillos en la Cuauhtémoc.
Trascribo lo publicado en el "Trascendió" de Milenio diario el día de hoy:
Que luego de que el Instituto Electoral del DF cotejara las supuestas 125 mil 596 firmas conseguidas por los diputados Jorge Carlos Díaz Cuervo y Enrique Pérez Correa, del Partido Social Demócrata, y Tomás Pliego Calvo, del PRD, para solicitar una reforma a la ley antifumadores de la capital, descubrió que ¡casi todas eran falsas!
Solamente 64 mil 669 firmas, más o menos la mitad de las presentadas, fueron identificadas en el padrón electoral del DF, y de éstas, en 54 mil 918 no corresponden los rasgos de las firmas recabadas con las registradas.
Con las firmas se trataría de revertir la ley antitabaco. Aquí sí, que “no manchen”.
¿Qué bárbaros! Ni siquiera en la fastidiosa tarea de inventar su militancia aprendieron a copiar con estilo. Habrá que mandarlos a la Escuela de Funcionarios Públicos que inaugurará pronto el carnal Marcelo. Allí sí saben cómo pasar los exámenes y hacer su juego de muñeca y puño en tareas menos fatigosas. Ahora sabemos que Cuervo se escribe con Q, con Q de "Quiero una diputación al precio que sea".
Martín Guerrero
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario