Tomado de El Universal, 1° de enero del 2009:
“El diputado Gerardo Sosa Castelán, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), alertó sobre el riesgo de que se reediten las "campañas negras" en los comicios de 2009 a pesar de que la nueva legislación electoral las prohíbe. […] indicó que algunos partidos y políticos podrían recurrir a internet, espacio que no cuenta con reglamentación para la diatriba, la calumnia, la injuria o la difamación del adversario.
"Resulta imprescindible que la democracia se aleje de la simulación en el cumplimiento de la ley, y que en las campañas electorales que se desarrollen en los espacios en donde no existe regulación normativa alguna, los actores políticos se conduzcan de acuerdo a los principios de equidad y respeto al adversario", subrayó.
El escritor y periodista hidalguense Alfredo Rivera Flores describió al personaje Sosa Castelán, en su libro La Sosa Nostra , como un "estudiante sin brillo, líder por la fuerza de su carácter y la certeza de sus puños, hábil para crear alianzas, bronco comandante de sus subordinados, enemigo temible, se hizo dirigente estudiantil y desde el cargo inventó una nueva Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH). Utilizó a los estudiantes, protegió a los vándalos, amedrentó a los profesores, propició enfrentamientos y terror, cimentó su fuero sobre la fuerza de los golpes y de las armas. Todo con un fin: tener el poder".
Por el mecanismo que empleó para ejercer control, a base de golpes, amenazas y muertes violentas en ciudades como Pachuca y Tulancingo,ya como rector de la UAEH y como dirigente estatal del PRI, en el medio periodístico de Hidalgo se le bautizó como la Sosa Nostra . Era una manera de identificar no sólo al grupo, sino a la personalidad y al aura que comenzó a rodear a Sosa Castelán, quien entre 1981 y 1998 se convirtió en eje político de los gobiernos que siguieron al del Rojo Lugo, los encabezados por los priístas Guillermo Rosell de la Lama, Adolfo Lugo Verduzco y Jesús Murillo Karam.
Digo yo: Esta nota periodística tiene toda la apariencia de una inserción pagada. Podrán decir que no, pero por la manera en que está redactada podríamos suponer que la nota fue introducida no por la innegable importancia del tema sino por el enorme prestigio moral del declarante.
Lo menos que se puede decir de Sosa Castelán es que se trata de un cínico. Si eso lo considera “diatriba, calumnia, injuria o difamación”, añadiré entonces que este gran hijo de la chingada es el prototipo de la más hedionda mierda producida por el PRI, pero no es un detritus expulsada por ese organismo sino parte de su propio cuerpo, una mera extensión podrida de su ser.
Personajes de esta calaña volverán a gobernar gracias a nuestras incapacidades, a nuestras pendejadas.
Martín Guerrero
viernes, 2 de enero de 2009
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