Los candidatos del PSD y el hijo del Cuervo

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La desesperación de los regenteadores del PSD (Pedimos Sólo Dinero) es vasta y basta a juzgar por los candidatos que buscan impulsar, entre ellos la ex Big Brother Silvia Irabien, mejor conocida como La Chiva (chivita mirando al precipicio); el simpático parroquiano de los table dance, Pancho Cachondo; la reina de las revistas del corazón, Chayito Robles; el “yo no quiero dinero sino que me prestes la nalga”, Ramón Sosamontes; la esposa de la rata llamada Ignacio Irys Salomón (y empleado del Dr, Simi), Elia Sánchez Cerda; la que no sé que hace allí pero me imagino, Tere Vale (que vale más que esa candidatura); y por supuesto la parte más gandalla de la pandilla: Jorge Carlos Díaz Cuervo, Luciano Pascoe, Alberto Begné, Enrique Pérez Correa (otra vez), Jaime Cobián Zamora y Karla Sánchez Armas.
Todos ellos –y otros más- se preparan para dar la heroica lucha en pos de la democracia. Aleluya.

El hijo del Cuervo (no me refiero al barecito nice de Coyoacán sino a Luciano Pascoe) y su padre reputativo aparecieron en sendos mensajes partidarios de viva voz, a cuerpo entero y a todo color, lo que de hecho los convierte en violadores de la ley por estar haciendo campaña (bien simulada, eso sí) antes de la fecha autorizada. Deberían investigarlos por eso.

A lo mejor si le venden candidaturas al elenco de Ventaneando o sus copias en otros canales, el PSD podría pasar la prueba del añejo en este 2009. Paty Chapoy podría ser una buena diputada federal, Pedrito actuaría de maravilla en la ALDF, Fabiruchis gobernaría con mano de hierro una Delegación porque ya conoce las delicias del poder (del poder madrear y ser madreado). Podrían considerar reciclar a la ruina nacional que es la Tigresa; y ya entrados en gastos, no estaría mal incluir en sus discursos mal digeridos y peor copiados de Democracia Social algunos de los parlamentos del programa “Las pellizcadas de Márgara” y los chistes de Platanito, a ver si les entra la razón.

Con todo, yo no creo que el PSD deba desaparecer sino sólo cambiar de dueño: resultaría más rentable vendérselo todito a la Maestra (ya todos saben de quién se trata), quien lo convertiría en un carrito de batalla con mucha penetración entre el electorado diverso y diferente. Además, se sabe que ella paga en efectivo o con Hummers, a diferencia del Capitán Jelipe Calderas o el padrino Beltrones (¿me estás oyendo, Begné?).

Martín Guerrero
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