sábado, 15 de noviembre de 2008

La dimensión gobernativa


¿O la gobernación desconocida? Bueno, el caso es que no bien le habían dado llave de su oficina cuando el nuevo secre de gobernación, para más señas llamado Francisco Fernando Gómez Mont (Pancho Nando pa’ los cuates, y tú que lees esto no lo eres), comenzó a lidiar con los enemigos del orden y el progreso y las instituciones, entre ellos El Ұunque, los periodistas por encargo, los antorchistas estacionados afuerita, las elecciones por venir, el narco por supuesto, el narco y también el narco, y por si fuera poco los representantes de los partidos políticos que ya se reunieron para darle su “tienta” a ese torito de lidia, a ver por dónde se humilla.

Lo primero será que tome por las riendas los asuntos de seguridad para dar seguridad justamente a los habitantes de muchas ciudades, entre ellas Ciudad Juárez, que parece haberse convertido en el cuartito de juegos de todos los narcos habidos y por haber, más los muertos que se acumulen esta semana. Tan sólo en lo que toca a la polecía, en lo que va del año han ejecutado a 473 elementos en el país, a razón de 3 por día en promedio, siendo octubre el mes más prolífico con 75 elementos caídos.

Las primeras banderillas vienen de toreros conocidos, quienes coinciden en que Gobernación –tal y como la conocemos- ya está obsoleta, out: el padrino Beltrones sugiere se cree la figura de Jefe de Gabinete votado por el Congreso; el hombrecito Creel apoya la creación de un Ministerio del Interior fuerte, encargado de la seguridad, y aparte una instancia política que podría llamarse también Jefatura de Gabinete; el güero Castañeda (amigo de todos los cubanos) opta por diferenciar las antiguas funciones: jefe de gabinete, jefe de seguridad y jefe de las relaciones políticas del ejecutivo.
Diódoro Carrasco, quien estuvo cobrando en ese cargo, dice que el Secretario de Gobernación no es hoy no sombra de lo que fue, es decir, el “mítico y todopoderoso responsable de la política interior” que contenía en su sola mano las tres funciones a que se refiere Castañeda. Y propone hacer un rediseño institucional organizacional, reintegrarle funciones perdidas y replantear la relación con los actores políticos. Se trataría de una Secretaría del Interior fuerte y eficiente.

Héctor Aguilar Camín hace su lectura y afirma que Gobernación conserva cierta “magia inercial” que la hace ver fuerte pero en los hechos carece de dicha fuerza. Por eso lo llama en su columna de Milenio (noviembre 13) “el puesto imposible”.

Lo dicho, Pancho Nando ha entrado a la dimensión desconocida. Lo malo es que todos nosotros ya estábamos antes que él. ¿O deberíamos decir The Twilight Segob?

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