Un hombre quedará cegado al serle aplicadas 20 gotas de ácido (¿10 en cada ojo?, ¿15 en uno y 5 en otro por estrabismo e hipermiopía?) como sentencia por haber sido el causante de la ceguera de una mujer, a la que decía amar, y a quien arrojó líquido corrosivo en la cara por haberse negado a contraer matrimonio con él.
El proceso judicial ocurre en Teherán. El canalla en cuestión que dijo haber cometido el crimen por amor aseguró: "cuando le pedí la mano me dijo que iba a casarse con otra persona y yo pensé arrojarle el ácido en la cara para que su novio la dejara". Ella tuvo un tratamiento largo y doloroso desde 2004, cuando ocurrió el crimen, pero finalmente quedó ciega.
El tribunal, que lo halló culpable, decidió aplicar la "ghesas" o ley del talión contemplada en el código penal iraní. Se le podría haber aplicado el mismo procedimiento, es decir, arrojarle líquido corrosivo en la cara, pero la mujer victimada expresó que la condena le parecía "salvaje" y solicitó que se le vertieran 20 gotas de ácido al hombre "para que entienda como estoy sufriendo".
Por nuestra parte, estamos empezando a estudiar el sistema judicial iraní, en particular la “ghesas”, para que algún movimiento ciudadano lo abandere y algún diputado lo lleve como iniciativa al Congreso.
También buscaremos eliminar el bendito fuero de diputados y senadores. Abajo con los privilegios y la discriminación.
Martín Guerrero
sábado, 29 de noviembre de 2008
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