El proceso judicial ocurre en Teherán. El canalla en cuestión que dijo haber cometido el crimen por amor aseguró: "cuando le pedí la mano me dijo que iba a casarse con otra persona y yo pensé arrojarle el ácido en la cara para que su novio la dejara". Ella tuvo un tratamiento largo y doloroso desde 2004, cuando ocurrió el crimen, pero finalmente quedó ciega.
El tribunal, que lo halló culpable, decidió aplicar la "ghesas" o ley del talión contemplada e
n el código penal iraní. Se le podría haber aplicado el mismo procedimiento, es decir, arrojarle líquido corrosivo en la cara, pero la mujer victimada expresó que la condena le parecía "salvaje" y solicitó que se le vertieran 20 gotas de ácido al hombre "para que entienda como estoy sufriendo".Por nuestra parte, estamos empezando a estudiar el sistema judicial iraní, en particular la “ghesas”, para que algún movimiento ciudadano lo abandere y algún diputado lo lleve como iniciativa al Congreso.
También buscaremos eliminar el bendito fuero de diputados y senadores. Abajo con los privilegios y la discriminación.
Martín Guerrero


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