Esa fue la amable respuesta que el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, mandó decir por medio de los abogados al Ministerio Público, en respuesta al citatorio girado por la PGJ-DF por la denuncia de hechos que presentó en su contra la sociedad mercantil panameña Arthinia Internacional SA, y en el cual es acusado del delito de fraude procesal.
El pasado 15 de octubre, el representante legal de Arthinia Internacional interpuso una denuncia en la cual refiere que “el sacerdote católico simuló un préstamo de 130 millones de dólares a Olga Azcárraga Madero con la finalidad de apoderarse de 42 obras de arte”, entre las que se encuentran cuadros Orozco, Clausell, Modigliani y Tamayo. “De acuerdo con los denunciantes se utilizó una hoja en blanco firmada por la extinta Olga Azcárraga para simular el pagaré por 130 millones de dólares, que después el sacerdote católico endosó en favor de Matute Labrador”, su cómplice en esta sagrada triquiñuela.
De acuerdo con información de El Universal, el obispo dijo que a el se la persignaban porque “ya había hablado con el señor Presidente de la República”.
Sin embargo, el obispo tendrá que presentarse en el bunker de la PGJ-DF, sorteando los arrancones que el gobierno municipal de Ecatepec promueve, organiza y cobra derechos para usarlo en obras menos pías que las del obispo pillín y puñetero. (No se duda que Carlos Slim, antiguo socio comercial, le eche una mano, aunque no para lo que la requiere el santo varón).
Martín Guerrero
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