En la Cumbre Iberoamericana, denominación que eligieron los mandatarios para darse unas vacaciones padres, Calderón se manifestó a favor del equilibrio entre el Estado y el mercado y una supervisión mucho más severa del sistema financiero global.
Pero antes de que a Begné y Díaz Cuervo se les olviden los modales, o que al PRI, PRD sector chucho, Convergencia y hasta al PT se les suba el rubor al rostro, les aclaramos que lo del Espurio pero legal no es sino una embarrada de la tercera vía dolorosa emanada de aquella encíclica Rerum novarum y continuada por otras. Democracia cristiana, pues. Pronto andará otra vez de moda entre nosotros el término subsidiariedad, luego que pase el teletón.
Lo único espantable fue su advertencia acerca del fin de los tiempos que ya se avecina: los jóvenes no creen en nada, muchos no creen ni en Dios Padre. ¡Por Dios! Qué falta de fe, qué pérdida de valores (de la bolsa), qué incredulidad en las ideologías y en la religión. Pero tenemos internet.
García+
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