Un religioso en Suecia podría ser expulsado de su iglesia luego de que descargara un letal virus de computadoras en la red de su parroquia por ver constantemente pornografía. Lo que “caló” a sus colegas fue que no compartiera sus celestiales hallazgos. “La envidia es un pecado más grave que la lujuria, ya que esta palabra comparte su origen con lujo, por lo cual es superflua”, dijo el obispo Casanova, impulsor de la publicación Las corderitas del Buen Pastor (de circulación restringida).
Por su parte, la religiosa Sor Soledad de la Gruta y del Sudario (en la foto) afirmó que la red es la forma más novedosa en que Satanás busca tentar a los soldados de Dios. “Pero hay que navegar contra viento y marea. Cuando nosotros detectamos un sitio potencialmente dañino lo comunicamos a todos para saturarlo y así reventarlo. De esa forma lo mandamos al infierno. Siempre hay la posibilidad de que alguien resulte contagiado”, afirmó la responsable de la Orden de la Hermanas de Eros en Línea al sugerir la inocencia del clérigo sueco.
El Vaticano ya tomó cartas en el asunto. Sí, tomó las cartas en cuyo reverso se hallan impresos los santos más reconocidos en actitudes bastante sugerentes y los metió al closet. Una de las imágenes, por ejemplo, muestra a San Sebastián retorciéndose voluptuosamente mientras es asaeteado por los gentiles; además, el taparrabos usual ha desaparecido y saltan a la vista los atributos viriles del santo personaje, otro motivo por el cual fue flechado como oscuro objeto del deseo, se afirma. “Creímos que para insertarnos en un mercado tan competido debíamos mostrar las cosas tal como fueron en aquellos tiempos. San Sebastián no llevaba jeans, ¿o no?”, expresó entre sarcástico y molesto Monseñor Príapo, responsable de la política editorial de la Santa Sede.
(Yo no sé por qué tanto escándalo de esos europeos. Se ve que no han leído los libros “Conoce al Padre Maciel. Libro introductorio.”, y “La penetración espiritual. Volumen I.”. Ojalá Dios se los coja confesados.)
Martín Guerrero
Por su parte, la religiosa Sor Soledad de la Gruta y del Sudario (en la foto) afirmó que la red es la forma más novedosa en que Satanás busca tentar a los soldados de Dios. “Pero hay que navegar contra viento y marea. Cuando nosotros detectamos un sitio potencialmente dañino lo comunicamos a todos para saturarlo y así reventarlo. De esa forma lo mandamos al infierno. Siempre hay la posibilidad de que alguien resulte contagiado”, afirmó la responsable de la Orden de la Hermanas de Eros en Línea al sugerir la inocencia del clérigo sueco.
El Vaticano ya tomó cartas en el asunto. Sí, tomó las cartas en cuyo reverso se hallan impresos los santos más reconocidos en actitudes bastante sugerentes y los metió al closet. Una de las imágenes, por ejemplo, muestra a San Sebastián retorciéndose voluptuosamente mientras es asaeteado por los gentiles; además, el taparrabos usual ha desaparecido y saltan a la vista los atributos viriles del santo personaje, otro motivo por el cual fue flechado como oscuro objeto del deseo, se afirma. “Creímos que para insertarnos en un mercado tan competido debíamos mostrar las cosas tal como fueron en aquellos tiempos. San Sebastián no llevaba jeans, ¿o no?”, expresó entre sarcástico y molesto Monseñor Príapo, responsable de la política editorial de la Santa Sede.
(Yo no sé por qué tanto escándalo de esos europeos. Se ve que no han leído los libros “Conoce al Padre Maciel. Libro introductorio.”, y “La penetración espiritual. Volumen I.”. Ojalá Dios se los coja confesados.)
Martín Guerrero
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