"¿De cuál fumó?", se preguntan en el PRD, escandalizados.
"¡Saca zacatito, pa'l conejito!", corean los del PRI.
"¡Quemémosle las patitas al diablo!", se entusiasman los del PAN.
"¡Mochilas!, aunque preferimos la piedra", claman los socialdemócratas.
"¡Verde que te quiero verde!", declaman los ñoños verdes del partido verde.
"¡La yerba con sangre entra!", anuncian los aliancistas sociales.
"¡La yerba es de quien la trabaja!", reviran los del partido que da trabajo.
"¡Vendo, vendo, vendo!! !Ah, chingá! ¿Compro, compro, compro!", exclaman los convergentes.
"Yerbasanta pa' la garganta", cantan los demás.
¿Se convertirá esta propuesta en una alternativa legal frente a la crisis? ¿Cuáles serán los requisitos para abrir un changarro de consumo, un fumadero, pues? ¿Habrá que pagar altos impuestos?
Yo propongo que se declare a la mota como un artículo de primera necesidad y se establezca un programa extraordinario que nos dote de nuestros cinco gramos diarios. Esas son buenas políticas públicas, aunque ciertos detallistas como el de la foto no estén de acuerdo.
Martín Guerrero
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