miércoles, 29 de octubre de 2008

FARP, huelen a Stalin



El comunicado difundido ayer por las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), en las que califica como traidores a los grupos Nueva Izquierda, Izquierda Renovadora, Alternativa Democrática Nacional, Frente Amplio de Lucha Popular y otros, tácitamente busca el respaldo político de López Obrador, quien no tardará en deslindarse de aliados como el FARP, como deberían hacerlo cada unos de los integrantes del Movimiento en Defensa del Petróleo y la otra parte del PRD. (Si tuvieran el poder seguramente actuarían como la “justicia” mexicana que condenó a Ignacio Valle a 112 años de prisión. Ni a los pinches matones del narco, carajo.).
Aunque en su comunicado no amenazan directamente a nadie, las acusaciones vertidas conforman un cuadro de linchamiento político que justificaría ideológica, política, social y hasta históricamente la eliminación violenta de tales agrupaciones, dado el caso. Todo ello recuerda los procedimientos de poder estalinista en la extinta Unión Soviética, y también las acciones de diversas movimientos y grupos militares que purgaron (eufemismo por asesinaron) a valiosos elementos, tal como el enorme y queridísimo poeta Roque Dalton. No hay lugar a dudas, pues afirman, refiriéndose a integrantes de las corrientes políticas mencionadas:
Como ‘cisnes extendiendo su plumaje’ actúan llenos de soberbia ante la complacencia y rendición de tributos y halagos de los consorcios mediáticos y sus personeros (críticos e intelectuales de derecha). Históricamente han sido los torpederos de la clase dominante para destruir el movimiento social…”.
¿Traidores? ¿A qué, a quiénes? Los puros de hoy siguen actuando como los puros de antaño; si no, lean estas palabras de Molotov (no la Banda, sino Viacheslav Mijailovich Scriabin, el promotor de los famosos cocteles y artífice del Pacto de No Agresión con la Alemania nazi) en el pleno del PCUS de febrero-marzo de 1937: “Hoy en día el peligro particular que representan las organizaciones de sabotaje y diversión reside en el hecho de que estos saboteadores, estos agentes de la diversión y estos espías se hacen pasar por comunistas y ardientes defensores del régimen soviético”. Condenados a ser fusilados: Bujarin, Ríkov, Yagoda, Krestinski, Rosengolz, Ivanov, Chernov, Grinko, Zelenzki, Ikramov, Jodyaaev, Charangovich, Zuvarev, Bulanov, Levin, Kazakov, Maximov-Dikovsky, Kriuchkov…, y ciento de miles de muertos y encarcelados más.
Repudio y combato tales formas de pensar y proceder.

Alejandro Coria




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