lunes, 6 de octubre de 2008

¡Vámonos a la China!



¿Cuál mano dura?

En una clínica de Beijing los donadores de esperma son tratados con mano suave, aunque ellos deben ponerse muy firmes para concluir satisfactoriamente con su patriótica labor.

Me pregunto para qué chingados necesitan los chinos tanto semen cuando su problema es de exceso de población. ¿Estarán tratando de invadir el mercado con nuevos productos venidos a menos, o a más? Pero ya sabemos que en la China popular nunca ha sido problema dar gato por liebre.

Yo lo único que quiero saber es la manera de importar enfermeras de esa clínica estrictamente para mi consumo personal.

¡Ese puño sí se ve!


Martín

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