De pronto, el defensor del pueblo “Soberanes, José Luis Soberanes”, adquiere habilidades de película y desnuda a ese reino del terror que es la PGR por no haber acatado la Recomendación 50/2008 emitida el 26 de septiembre de este año, y cuyo plazo venció el 17 de octubre. En artículo publicado en El Universal (27 de octubre), dice:
“Por lo pronto, Brad Will no es, hasta hoy, la única víctima de los tropiezos de una investigación criminal. El 26 de octubre de 2006, en una calle del centro de la capital oaxaqueña y bajo uno de los cielos más intensamente azules del planeta murió también la posibilidad (una menos) de que en México nazca la confianza indispensable que debería tener en la procuración de justicia federal una sociedad tan desigual y tan necesitada como la nuestra.”
“Si México necesita lograr confianza en la justicia, es ahora, cuando se multiplican en muchos frentes los embates contra la institucionalidad y se advierte, sin freno, el progresivo debilitamiento del Estado por el avance y la acción mafiosa de los grupos, y se vulneran derechos fundamentales, el de acceso a la justicia, entre otros.”
¡Sopas!
¿Alguien quiere agenciarse las simpatías de ciertos grupos de la izquierda radical y de defensoras de derechos humanos, sobre todo en esta coyuntura peliaguda?
“Por lo pronto, Brad Will no es, hasta hoy, la única víctima de los tropiezos de una investigación criminal. El 26 de octubre de 2006, en una calle del centro de la capital oaxaqueña y bajo uno de los cielos más intensamente azules del planeta murió también la posibilidad (una menos) de que en México nazca la confianza indispensable que debería tener en la procuración de justicia federal una sociedad tan desigual y tan necesitada como la nuestra.”
“Si México necesita lograr confianza en la justicia, es ahora, cuando se multiplican en muchos frentes los embates contra la institucionalidad y se advierte, sin freno, el progresivo debilitamiento del Estado por el avance y la acción mafiosa de los grupos, y se vulneran derechos fundamentales, el de acceso a la justicia, entre otros.”
¡Sopas!
¿Alguien quiere agenciarse las simpatías de ciertos grupos de la izquierda radical y de defensoras de derechos humanos, sobre todo en esta coyuntura peliaguda?
Martín Guerrero
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