martes, 14 de octubre de 2008

Un, dos, patada y coz; un, dos, tres, otra vez.



¿Un frente electoral de las izquierdas?
Esto es lo que propone Jesús Ortega al concluir los trabajos del 11 Congreso Nacional del PRD, en el que los Chuchos obtuvieron una nada holgada mayoría, apenas un poco más del 60% a su favor, aunque suficiente para remontar los escollos que tiene enfrente.
Con la mira puesta en las elecciones federales del próximo año, Ortega argumentó que el FAP (PRD-Convergencia-PT) ya no era suficiente “para enfrentar a la derecha y el resurgimiento del PRI”, por lo que planteó una alianza que incluya al PSD, a las agrupaciones políticas nacionales afines (APN’s) y a organizaciones campesinas. “Frente electoral de las izquierdas” denominó a ese champurrado.
La declaración de Ortega coincide con el boletín del IFE anunciando el retiro del registro a las siguientes APN’s: Alianza Ciudadana Independiente por México; Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía; Asociación Ciudadana del Magisterio; Campesinos de México por la Democracia; Democracia y Equidad; Unidad Nacional Lombardista; Foro Democrático; Centro de Estudios para el Desarrollo de México y Confluencia Ciudadana Chimalli. Además impuso sanciones pecuniarias por 53.6 millones de pesos contra 80 de las 106 APN’s con registro.
De las nueve sin registro, las primeras siete arriba enlistadas serán investigadas por la PGR por “probable lucro indebido”, luego de que la Unidad de Fiscalizaciòn de los Recursos de los Partidos del IFE detectó irregularidades y omisiones contables tras revisar los informes anuales de ingresos y gastos.
En vista de los deplorables resultados en Guerrero, los líderes de esta corriente se proponen dejar atrás las niñerías tomar el toro por los cuernos. Pero deberán empezar por devolver la confianza en sus electores sin olvidar que el Peje sigue siendo un importante activo político siempre y cuando disminuya sus tendencias movimientistas, actitud que lo dejaría inerme y sin fuerza negociadora para “palomear candidatos”. No lo hará.
Por otra parte, en medio de la crisis económica la gente reprobará el gasto para las elecciones del 2009 proyectado en 12 mil 880 millones de pesos (cantidad similar a la anunciada por Calderón para construir la refinería), de los cuales 3,700 millones es el gasto asignado a los partidos y los únicos recursos que no serían modificados de ocurrir una eventualidad.
Para 2009 serán más de 76 millones de personas las que tendrán derecho a votar, y se prevé imprimir más de 86 millones de boletas electorales.
Bien visto, las elecciones y los partidos políticos van a ser la única fuente de financiamiento posible para mucha gente. Como no creo que los partidos modifiquen de raíz sus prácticas para conseguir votantes, lo más probable es que las clientelas encarezcan su amor antes que abaratarlo, ello debido a que no obstante estar asistiendo los mismos a mítines y congresos de dulce, de chile y de manteca, a la hora del voto decisivo se lanzarán a fondo a “exigir lo imposible”, y seguro que se los darán.
¿Quién dará, por ejemplo, el abalorio más brillante al Partido Socialdemócrata de Begné-Díaz Cuervo? Ellos, que no son ingenuos, sabrán sacar a los tricolores y a los amarillos un premio mejor que un sitio para malbaratarlo con gente como Sosamontes. Business are business.

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